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El juego en exteriores ayuda a los niños a desarrollar habilidades emocionales

Las campañas de promoción de la actividad física para niños deberían estar centradas en promover el juego en exteriores, señalan expertos escoceses. El juego al aire libre promueve habilidades sociales y emocionales en niños, además de reducir la obesidad y el sedentarismo. Ya se había demostrado, además, que jugar al aire libre puede prevenir la miopía en los más pequeños.

El juego en exteriores ayuda a los niños a desarrollar habilidades emocionales

Los programas o campañas de promoción de la actividad física y de reducción de la obesidad infantil deberían centrarse más en juegos al aire libre, indica un nuevo estudio liderado por la Universidad de Strathclyde, en Escocia.
 
El estudio, recogido en el Informe de Actividad de Niños Saludables de Escocia en 2016 (The Active Healthy Kids Scotland Report Card, en inglés) que editan anualmente las organizaciones Active Healthy Kids Scotland y The Robertson Trust, indica que los niveles de actividad física de los niños siguen por debajo de los niveles recomendados; y que además los niños siguen pasando mucho más de las dos horas recomendadas diarias frente a una pantalla, ambas situaciones extrapolables a los niños de muchas otras partes de Europa.
 
Los investigadores escoceses recomiendan que para paliar este déficit de actividad física y este exceso de pantallas se siga la siguiente estrategia: aumentar la actividad física de los más pequeños en actividades al aire libre, algo que los niños pueden hacer los 365 días del año.

La importancia de jugar en el exterior
 
El profesor John Reilly, del departamento de Ciencias Psicológicas y de la Salud de la Universidad de Strathclyde y director del estudio explica que:

“La cantidad de tiempo que los niños pasan frente a las pantallas tiene un impacto en su bienestar a largo plazo. La popularidad que tienen los juegos de ordenador y la emergencia de Internet, los smartphones y las redes sociales han contribuido a este problema”.
 
Reilly y su equipo proponen que haya un nuevo enfoque sobre las actividades al aire libre, pues jugar fuera beneficia a los niños, ayudándoles a desarrollar sus habilidades sociales y emocionales. Promover los juegos al aire libre tendría, además del beneficio de reducir el sedentarismo, otros beneficios añadidos, como aumentar el éxito académico y reducir la obesidad.

Estudios previos ya habían demostrado asimismo que el juego al aire libre previene la miopía en los niños. En general, se ha hallado una correlación positiva significativa entre haber tenido tiempo suficiente para jugar libremente en la infancia y el éxito social del adulto; y qué mejor sitio para jugar que en exteriores.

 

RedacciónT21

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