Tendencias21

La felicidad de un país también está en la genética de sus habitantes

Una nueva investigación ha añadido la genética al compendio de factores que favorecen la satisfacción vital de los ciudadanos de los países. Según sus resultados, las naciones más propensas a la felicidad gracias a su ADN se encuentran en África, Latinoamérica y el norte de Europa. El estudio apunta asimismo a que cuidar el bienestar económico, el social y el medioambiental podría mejorar nuestra genética y, con ella, la de generaciones venideras. Por Yaiza Martínez.

La felicidad de un país también está en la genética de sus habitantes

Hoy día existe un “Índice nacional bruto de felicidad” (FIB), que es un indicador que mide la calidad de vida por naciones, en términos más holísticos y psicológicos que el producto interno bruto (PIB).

Según los expertos, que cualquier país tenga un FIB mayor o menor depende de factores como la democracia, la solidaridad o el cuidado de la naturaleza. También se ha señalado que a la felicidad general de una nación contribuyen otros factores como el clima o la situación socioeconómica.

Ahora, un nuevo estudio añade la genética al compendio de factores que favorecen la satisfacción vital de los ciudadanos.  Realizado por científicos de Universidad de Gestión de Varna (Bulgaria) y de la Universidad Politécnica de Hong Kong (China), ha revelado que una característica específica del ADN sería co-responsable de la felicidad de los países.

Datos y alelos

Para su estudio, los científicos usaron datos de la World Values Survey (2000-2014), un proyecto global de investigación que explora los valores y creencias de la gente, y como estos cambian a lo largo del tiempo; así como el impacto político y social de dichos valores y sus transformaciones.

A partir de estos datos, los investigadores calcularon los porcentajes por países de felicidad informada por los participantes. Por otro lado, incluyeron en su estudio datos sobre la dureza de veranos e inviernos en cada país; sobre la prevalencia histórica de agentes patógenos en ellos; y datos económicos del Banco Mundial por países.

Por último, los investigadores recopilaron datos genéticos de población, en concreto, datos sobre la frecuencia de un alelo, que es una de las formas alternativas que puede tener un mismo gen.

La felicidad que da la anandamida

Los resultados demostraron que existe una fuerte correlación entre la felicidad de los países y la presencia de un alelo (rs324420) en sus habitantes.

Este alelo genera una proteína que degrada más lentamente la anandamida (AEA), un neurotransmisor con efectos similares a los de los compuestos psicoactivos de los cannabinoides.  De hecho, la AEA aumenta la sensación de placer o reduce el dolor. Así que la gente con menos anandamida (sin el alelo rs324420) puede sufrir más.

Según los autores del estudio, las naciones con mayor prevalencia de este alelo resultaron ser claramente las más felices (según la percepción de sus habitantes). Entre los  afortunados se encuentran Ghana y Nigeria (África); y algunas naciones de América Latina, como México y Colombia. 

Por el contrario, los países árabes Irak y Jordania y naciones asiáticas como China, Tailandia y Taiwán –con la menor prevalencia de este alelo- fueron las menos propensas a calificarse como «muy felices».  En Europa, los países del norte, con una mayor prevalencia de este alelo, se calificaron más a menudo que los del sur como «muy felices».

A pesar de estos resultados, los autores del trabajo reconocen que la genética no es el único factor determinante de la felicidad de un país. Argumentan que las dificultades económicas y políticas que experimentan las naciones contribuyen, por ejemplo, a las muy bajas puntuaciones de felicidad de rusos y estonios. Esto a pesar que estos pueblos presentan una alta prevalencia entre sus habitantes del alelo mencionado.

Otros alelos implicados en la felicidad

Los hallazgos de esta investigación coinciden en parte con los de un estudio de 2011, en el que también se constató que la tendencia a ser feliz o desdichado es, en cierta medida, difundida a través del ADN.  Esto fue demostrado a partir del análisis de más de 1.000 pares de gemelos, en el marco de un estudio sobre la salud de los adolescentes estadounidenses.

El gen específico que se seleccionó en aquella ocasión fue el que codifica una proteína que transporta serotonina (relacionada con la regulación del humor). Se examinó cómo las variantes de dicho gen condicionan los niveles de felicidad.

Se constató así que los adolescentes con un alelo largo en el gen analizado eran un 8% más propensos a describirse como «muy satisfechos» que aquellos que no tenían ninguno; mientras que las personas con dos alelos largos fueron un 17% más propensas. Un estudio anterior, de 2009, también reveló que las personas que heredan dos copias de la variante “larga” del gen 5-HTLPR (que codifica la serotonina) son más optimistas.

Cuidar la sociedad y los genes

Todos estos hallazgos apuntan no solo a la importancia de los genes en la felicidad de los ciudadanos y países sino también, en otra dirección: a la importancia de cuidar los genes para perpetuar la felicidad y el bienestar en nuestras sociedades. El material genético puede cuidarse con estilos de vida saludables, pero también modificando condiciones sociales.

Así, dado que se calcula que un tercio de la expresión génica depende del entorno que vivimos, hacer del mundo un lugar mejor favorecería no solo el bienestar de la población en el momento presente, sino también la herencia genética del bienestar de generaciones venideras.

Según ha señalado Ban Ki-moon, actual secretario general de la ONU,  para asegurar la felicidad de los habitantes de los países hay que considerar como indivisibles tres factores: el bienestar económico, el social y el medioambiental. La genética podría salvaguardar para la posteridad los frutos de estos esfuerzos. 

Referencia bibliográfica:

Michael Minkov, Michael Harris Bond. A Genetic Component to National Differences in Happiness. Journal of Happiness Studies (2016). DOI: 10.1007/s10902-015-9712-y.
 

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Descubren una de las estrellas más antiguas del Universo muy cerca de la Vía Láctea 25 marzo, 2024
    La estrella LMC 119 fue apreciada en la Gran Nube de Magallanes, muy cerca de la Vía Láctea, y es la primera estrella de la segunda generación de formación estelar del Universo que se ha identificado en otra galaxia. Esta estrella, una de las más antiguas en el cosmos descubiertas hasta hoy, proporciona una ventana […]
    Pablo Javier Piacente
  • ¿En qué se parece la AMOC a la construcción de la personalidad? 25 marzo, 2024
    Nuestra personalidad puede verse afectada por el deshielo del Ártico porque hay un paralelismo simbólico entre las corrientes oceánicas que regulan el clima y los comportamientos humanos: si seguimos sus patrones, favorecemos la ética en la gestión de las empresas.
    Edita Olaizola (*)
  • La inteligencia colectiva de las plantas forma los misteriosos círculos de hadas de los desiertos 25 marzo, 2024
    Los misteriosos círculos de hadas presentes en los desiertos de al menos 15 países se forman porque las plantas ejercen una forma de inteligencia colectiva para aprovechar los recursos hídricos profundos del terreno, creando las zonas muertas para la vida vegetal que han intrigado a los científicos durante décadas.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Los africanos usaban arcos y flechas hace 74 mil años 24 marzo, 2024
    El uso se arcos y flechas se ha constatado en africanos hace 74.000 años: dejaron constancia de armas puntiagudas usadas para la caza y, después de la erupción del supervolcán Toba en Indonesia que provocó una sequía, también para pescar en un río etíope.
    N+1/T21
  • Descubren al delfín de río más grande de la historia 23 marzo, 2024
    Un equipo de científicos ha descubierto en la Amazonía peruana los fósiles del delfín de río más grande de la Tierra. Era un pariente cercano de los delfines asiáticos y no de los delfines amazónicos que hoy habitan las aguas dulces de América del Sur.
    N+1/T21
  • Detectan emisiones de radio similares a auroras sobre las manchas solares 22 marzo, 2024
    Los astrónomos han observado explosiones de radio duraderas similares a auroras sobre una mancha solar: el descubrimiento podría ayudarnos a comprender mejor al Sol, así como facilitar la identificación de estrellas distantes que producen emisiones de radio similares.
    Pablo Javier Piacente
  • Descubren un material que se hace más fuerte con cada golpe 22 marzo, 2024
    Un nuevo material elástico presenta una increíble "durabilidad adaptativa": cada vez que se cae o se golpea, su fuerza se incrementa y se vuelve más difícil de romper. Podría ser de gran utilidad en futuros dispositivos electrónicos como nuevos teléfonos móviles, relojes inteligentes o tabletas, que están continuamente expuestos a todo tipo de golpes. Además, […]
    Pablo Javier Piacente
  • El Arco de Gibraltar está migrando desde el Mediterráneo hacia el Atlántico 22 marzo, 2024
    Una zona de subducción que se origina en el Mediterráneo occidental se está moviendo desde la región franco-española hacia el sur. Actualmente está a la altura de la frontera entre España y Portugal y se propaga hacia el Atlántico bajo el Estrecho de Gibraltar.
    JGU/T21
  • Antiguas canoas revelan cómo los marinos del Neolítico surcaron el Mediterráneo 21 marzo, 2024
    Una nueva investigación liderada por Juan Gibaja, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, y publicada recientemente en la revista PLOS One, arroja luz sobre las primeras embarcaciones neolíticas en el Mediterráneo: las excavaciones en el pueblo de agricultores de la Edad de Piedra de La Marmotta, en Italia, han permitido recuperar cinco […]
    Pablo Javier Piacente
  • En los próximos meses, una "nueva estrella" iluminará el cielo nocturno 21 marzo, 2024
    Los científicos de la NASA han informado que durante este año el sistema estelar T Coronae Borealis podrá verse a simple vista en el cielo nocturno, luego de una violenta explosión cósmica que tendrá lugar en algún momento en los próximos seis meses. La “nueva estrella” en el cielo podrá apreciarse sin la ayuda de […]
    Pablo Javier Piacente