Tendencias21
Los castigos físicos reducen el cociente intelectual de los niños

Los castigos físicos reducen el cociente intelectual de los niños

Un estudio realizado en Estados Unidos y en otros 32 países del planeta ha revelado que el castigo físico sufrido en la infancia condiciona el desarrollo mental de los pequeños. Las mediciones del cociente intelectual de miles de niños revelaron que aquéllos que no habían sufrido este tipo de castigos tenían entre 2,8 y 5 puntos más de CI que los que sí los habían padecido. Según los investigadores, estos resultados ponen de relieve la necesidad de ilegalizar esta costumbre en todas las naciones. Por Yaiza Martínez.

Los castigos físicos reducen el cociente intelectual de los niños

Los niños que son reprendidos con azotes tienen un cociente intelectual (CI) más bajo que los que no lo son, señala un estudio realizado por la Universidad de New Hampshire, en Estados Unidos, cuyos resultados fueron presentados el pasado 25 de septiembre en la Conferencia Internacional sobre Violencia, Abuso y Trauma, celebrada en San Diego (California).

La investigación ha revelado, además, que la reducción del CI como consecuencia de los castigos físicos padecidos en la infancia es un fenómeno que se da a nivel global, y no sólo en Estados Unidos. El CI es la puntuación que se obtiene a partir de la realización de tests estandarizados, diseñados para medir la inteligencia.

Murray Straus, profesor de psicología de la Universidad de New Hampshire y autor de la investigación afirma, en un comunicado emitido por dicha universidad: “Todos los padres quieren tener hijos listos. El presente estudio demuestra que evitar los azotes para corregir las malas conductas puede ayudar a conseguirlo”.

Terminar con la costumbre

Straus añade que “los resultados de esta investigación tienen implicaciones importantes para el bienestar de los niños de todo el planeta”. El científico señala, además, que los psicólogos deben reconocer la necesidad de ayudar a los padres a terminar con la costumbre del castigo físico, e incorporar este objetivo a sus prácticas médicas.

El esfuerzo por erradicar esta costumbre debe tener incluso un reflejo en la legislación, que debería asegurar el bienestar infantil con leyes contra el castigo físico en los niños, asegura el investigador.

La postura de Straus es justificable considerando que los resultados de su estudio son cuanto menos llamativos. Él y su colaborador, Mallie Paschall, del Pacific Institute for Research and Evaluation, analizaron a 806 niños estadounidenses de entre dos y cuatro años, y a 704 niños de edades comprendidas entre los cinco y los nueve años. Ambos grupos volvieron a ser analizados cuatro años más tarde.

Así, se descubrió que los niños del primer grupo que en esos cuatro años no habían recibido castigos físicos tenían un cociente intelectual cinco puntos más alto que los niños a los que sí se había pegado.

En el caso del segundo grupo, de niños de entre cinco y nueve años, aquéllos a los que no se había pegado durante ese mismo periodo presentaban un CI de 2,8 puntos más que los niños que sí habían sufrido castigos físicos.

Situación a nivel global

Straus señala que la frecuencia de estos castigos también marca una diferencia: cuanto más se pegue a los niños, más lento es el desarrollo de sus habilidades mentales. Sin embargo, incluso pequeñas dosis de castigo físico reducen el CI.

Los científicos analizaron posteriormente la situación a nivel global. Así, descubrieron que en países donde el castigo físico es más común, la media nacional de CI es más baja que en otros.

El análisis realizado indicó, además, una fuerte relación entre el castigo físico y la reducción del CI en los casos de padres que mantienen esta forma de reprender incluso cuando sus hijos ya son adolescentes.

Para esta parte del estudio, fueron analizados datos de 32 países sobre el castigo físico sufrido por 17.404 estudiantes de universidad, cuando éstos eran niños.

Los castigos físicos reducen el cociente intelectual de los niños

Dos posibles explicaciones

Según Straus, la relación entre el castigo físico y el CI más bajo tiene dos posibles explicaciones.

En primer lugar, este tipo de castigos es extremadamente estresante, y puede convertirse en un factor estresante crónico para los niños pequeños que los sufren tres o más veces a la semana. Muchos de ellos continúan padeciéndolos durante años. Se sabe que el estrés crónico está relacionado con un CI más bajo.

En segundo lugar, se produce una correspondencia entre el nivel de desarrollo económico de los países y el grado de uso del castigo físico con los hijos. Un nivel de desarrollo más alto coincide con una menor tendencia de los padres a aplicar el castigo físico y, también, con un CI nacional más alto.

Una buena noticia

El estudio de Straus y Paschall ha revelado, sin embargo, una buena noticia: el uso del castigo físico se ha ido reduciendo a nivel planetario, lo que podría suponer un incremento en el CI global.

Según Straus, “la tendencia global a eliminar los castigos físicos se refleja más claramente en los 24 países que los han prohibido legalmente. Tanto la Unión Europea como las Naciones Unidas han hecho un llamamiento a todos los países miembros para que prohíban a los padres este tipo de castigos. Algunos de los 24 países en los que ya son ilegales se han hecho grandes esfuerzos por informar y asistir a los padres en el tratamiento con sus hijos. En otros, se ha hecho poco por poner en marcha la prohibición”.

De cualquier forma, hay evidencias de que las actitudes a favor de este tipo de castigos se han reducido incluso en países donde no se han hecho leyes contra ellos.

El primer país europeo que prohibió por ley el castigo físico infantil fue Suecia. Hoy día, esta práctica ha sido prohibida además en otros países del mundo, como Alemania, Austria, Bulgaria, Chile, Croacia, Chipre, Dinamarca, España, Finlandia, Grecia, Hungría, Islandia, Israel, Italia, Letonia, Noruega, Nueva Zelanda, los Países Bajos, Portugal, Rumanía, Suecia, Ucrania, Uruguay, Venezuela y Costa Rica.

Por último, el castigo físico incumple tres de los cuatro pilares de la legislación de la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989: el interés superior del niño, su derecho a la supervivencia y al desarrollo, y el derecho a que sea respetado su punto de vista.

Yaiza Martinez

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Los abrazos alivian la ansiedad y la depresión, según un nuevo estudio 18 abril, 2024
    Los abrazos y otras formas de contacto físico pueden ayudar con la salud mental en personas de todas las edades, según una nueva revisión de 212 estudios previos. Aunque esto ya estaba claro, los expertos aún no habían podido determinar qué tipo de contacto es el que genera más ventajas y por qué.
    Pablo Javier Piacente
  • Corrientes de estrellas y materia oscura diseñaron a la Vía Láctea 18 abril, 2024
    Restos de galaxias absorbidas por la Vía Láctea conforman corrientes estelares que la diseñaron a lo lardo de su historia. Algunas de esas fusiones podrían arrojar luz sobre el misterio de la materia oscura.
    Pablo Javier Piacente
  • Ya vivimos en un mundo de ciencia ficción 18 abril, 2024
    El Meta World Congress celebrado la semana pasada en Madrid ha dejado claro que los mundos virtuales y los videojuegos son el laboratorio de un Metaverso cada vez más inteligente y que la tecnología inmersiva cambiará el teatro y los conciertos. Un proceso de fusión de inteligencias llevará a la creatividad artificial a mezclarse con […]
    ALEJANDRO SACRISTÁN (enviado especial)
  • Descubren el pan más antiguo en Turquía: tiene 8.600 años 17 abril, 2024
    Un equipo de arqueólogos ha descubierto el pan más antiguo conocido en todo el mundo, que data del año 6600 a. C. Fue identificado en Çatalhöyük, un destacado asentamiento neolítico en Anatolia central, Turquía.
    Pablo Javier Piacente
  • Detectan un enorme agujero negro dormido en nuestra galaxia 17 abril, 2024
    El agujero negro de masa estelar más monstruoso de la Vía Láctea es un gigante dormido que acecha cerca de la Tierra, según un nuevo estudio. Con una masa casi 33 veces mayor que la del Sol, esta colosal estructura cósmica yace oculta a menos de 2.000 años luz de nuestro planeta, en la constelación […]
    Pablo Javier Piacente
  • Los pájaros reviven en sus sueños experiencias reales 17 abril, 2024
    Una investigación increíble ha descubierto que los pájaros a veces sueñan que están defendiendo su territorio frente a rivales, mostrándose con una cresta erizada de plumas y con un trino asociado al enfrentamiento.
    Redacción T21
  • Descubren cómo Plutón consiguió su corazón 16 abril, 2024
    El misterio de cómo Plutón consiguió una característica gigante en forma de corazón en su superficie finalmente ha sido resuelto: los científicos lograron reproducir con éxito la forma inusual con simulaciones numéricas, atribuyéndola a un impacto gigante y lento en ángulo oblicuo. Se trató de una colisión con un cuerpo planetario de unos 700 kilómetros […]
    Pablo Javier Piacente
  • La vida podría existir desde los inicios del Universo 16 abril, 2024
    El físico Avi Loeb sostiene en un reciente artículo que los elementos para el desarrollo de la vida tal como la conocemos podrían estar presentes en el cosmos desde la formación de las primeras estrellas, unos 100 millones de años después del Big Bang. También postula que esta hipótesis podría comprobarse si la misión Dragonfly […]
    Pablo Javier Piacente
  • Crean un acelerador de partículas en miniatura con aplicaciones médicas 16 abril, 2024
    Investigadores alemanes han desarrollado un acelerador de electrones que mide poco menos de medio milímetro de largo y 0,2 micrómetros de ancho, es decir, menos de una milésima de milímetro. Tiene aplicaciones en la investigación básica y permitirá crear nuevas herramientas de radioterapia. Entrevista con sus protagonistas, Peter Hommelhoff y Stefanie Kraus.
    Oscar William Murzewitz (Welt der Physik)/T21
  • Revelan la primera molécula fractal en la naturaleza 15 abril, 2024
    Los científicos han descubierto una molécula en la naturaleza que sigue un patrón geométrico de autosimilitud, conocido como fractal. La enzima microbiana denominada citrato sintasa es la primera estructura fractal molecular ensamblada directamente en la naturaleza que ha logrado identificarse hasta el momento. Los especialistas creen que este fractal puede representar un accidente evolutivo.
    Pablo Javier Piacente