Tendencias21

Nuevos detalles sobre las emisiones de rayos X que inundan el espacio

Científicos de EE.UU., utilizando datos de la NASA, ha averiguado algunos detalles sobre la procedencia de los rayos X que inundan el espacio, pero también han descubierto nuevas emisiones de rayos de los que hay que averiguar su origen. El viento solar y un área de material interestelar denominada Burbuja Caliente Local son las dos fuentes que se conocen mejor con el nuevo estudio.

Nuevos detalles sobre las emisiones de rayos X que inundan el espacio

En el siglo pasado, los seres humanos se dieron cuenta de que el espacio está lleno de tipos de luz que no podemos ver: desde las señales infrarrojas liberadas por estrellas y galaxias calientes, a la radiación cósmica de fondo que viene de todos los rincones del universo. Parte de esta luz invisible que llena el espacio adopta la forma de rayos X; de qué fuente proceden, es un debate que se ha sostenido con vehemencia en los últimos decenios.

Hasta el vuelo del cohete sonda DXL (abreviatura de emisión Difusa de rayos X de la galaxia Local ) de la NASA, en 2012, los científicos no han tenido respuestas concretas acerca de las fuentes de esos rayos X. En un nuevo estudio, publicado en la revista Astrophysical Journal, los datos de DXL confirman algunas de nuestras ideas acerca de dónde proceden estos rayos X, y de paso refuerzan nuestra comprensión de la historia temprana de nuestra vecindad solar. Pero también revelan un nuevo misterio: un grupo entero de rayos X que no proceden de ninguna fuente conocida.

Las dos fuentes conocidas de emisiones de rayos X son el viento solar -el mar de materia solar que llena el sistema solar-, y la Burbuja Caliente Local, un área teórica de material interestelar caliente que rodea nuestro sistema solar.

«Demostramos que la contribución de rayos X del intercambio de carga del viento solar es de aproximadamente el cuarenta por ciento en el plano galáctico, e incluso menos en otros lugares», dice Massimiliano Galeazzi, astrofísico de la Universidad de Miami (EE.UU.) y uno de los autores del estudio, en una nota de prensa de la NASA. «De modo que el resto de los rayos X debe venir de la Burbuja Caliente Local, lo que demuestra que existe.»

Sin embargo, DXL también midió unos rayos X de alta energía que no pueden venir del viento solar o de la Burbuja.

«A energías más altas, estas fuentes contribuyen menos de una cuarta parte de las emisiones de rayos X», dice Youaraj Uprety, autor principal del estudio y astrofísico de la Universidad de Miami en el momento en que se realizó la investigación. «Así que hay una fuente desconocida de rayos X en este rango de energía.»

Tres teorías

En las décadas que han pasado desde que se descubrió por primera vez la emisión de rayos X que impregna el espacio, han predominado tres teorías principales para explicar sus orígenes. En primer lugar, y se descartó rápidamente, surgió la idea de que estos rayos X son un tipo de ruido de fondo, procedente de los lejanos confines del universo. Nuestra galaxia tiene una gran cantidad de gas neutro que absorbería rayos X procedentes de fuentes distantes, lo que significa que estos rayos X deben de originarse en algún lugar cercano a nuestro sistema solar.

Entonces, ¿qué podría producir este tipo de rayos X tan cerca de nuestro sistema solar? Los científicos teorizaron que había una enorme burbuja de gas caliente ionizado que envuelve nuestro sistema solar, con electrones con la suficiente energía para liberar rayos X así. Llamaron a esta estructura «Burbuja Caliente Local».

«Creemos que hace unos 10 millones de años, una supernova explotó e ionizó el gas de la Burbuja Caliente Local», dice Galeazzi. «Pero una supernova no sería suficiente para crear una cavidad tan grande y llegar a estas temperaturas -por lo que fueron probablemente dos o tres supernovas sucesivas, una dentro de otra.»

La Burbuja Caliente Local fue la teoría predominante durante muchos años. Luego, a finales de 1990, los científicos descubrieron otra fuente de rayos X: un proceso llamado intercambio de carga de viento solar.

Fuente solar

Nuestro sol está liberando constantemente material solar en todas las direcciones, un flujo de partículas cargadas llamada viento solar. Como el sol, el viento solar se compone de gas ionizado, donde los electrones y los iones se han separado. Esto significa que el viento solar puede llevar campos eléctricos y magnéticos.

Cuando el viento solar cargado interactúa con bolsas de gas neutro, donde los electrones y los iones están todavía fuertemente unidos entre sí, puede coger electrones de estas partículas neutras, excitándolos. A medida que estos electrones vuelven de nuevo a un estado estable, pierden energía en forma de rayos X, el mismo tipo de rayos X que se había pensado que venían de la Burbuja Caliente Local.

El descubrimiento de esta fuente de rayos X del viento solar plantea un problema para la teoría de la Burbuja, ya que la única indicación de que existía eran estas observaciones de rayos X. Pero si existiera la Burbuja Caliente, podría decirnos mucho acerca de cómo se formó nuestro rincón de la galaxia.

«Identificar la contribución de rayos X de la Burbuja es importante para la comprensión de la estructura que rodea nuestro sistema solar», dice Uprety, que ahora es astrofísico en la Middle Tennessee State University. «Nos ayuda a construir mejores modelos de la materia interestelar en nuestra vecindad solar.»

El cohete sonda

Distinguir entre los rayos X del viento solar y los rayos X de la Burbuja Caliente fue un desafío -y ahí es donde entra en juego DXL. DXL voló en lo que se llama un cohete sonda, que vuela por encima de la atmósfera terrestre durante unos 15 minutos. Estos pocos minutos de tiempo de observación son valiosos, ya que la Tierra bloquea la mayoría de estos rayos X, haciendo observaciones como esta imposible desde tierra. Tales cohetes sonda de corta duración proporcionan una forma relativamente barata de recoger sólidas observaciones espaciales.

DXL es la segunda nave espacial que mide los rayos X en cuestión, pero a diferencia de la misión anterior -un satélite llamado Rosat- DXL voló, el 13 de diciembre de 2012, en un momento en que la Tierra estaba pasando por algo que se llama cono de helio. El cono de helio es una región del espacio donde el helio neutro es varias veces más denso que en el resto del sistema solar interior.

«El sistema solar se mueve a través del espacio interestelar a unos 25 kilómetros por segundo», dice Uprety. «Este espacio está lleno de hidrógeno y helio. El helio es un poco más pesado, por lo que forma una cola alrededor del sol».

Debido a que el intercambio de carga de viento solar depende de tener un montón de material neutro para interactuar con él, la medición de los rayos X en el cono de helio podría ayudar a los científicos a determinar definitivamente la cantidad de la emisión de rayos X que proviene del viento solar, y cuánto -en su caso- proviene de la Burbuja Caliente Local.

Los datos de DXL revelaron que alrededor del cuarenta por ciento de los rayos X más observados provienen del viento solar. Pero en los rangos más altos de energía, algunos rayos X están todavía sin explicar. Las observaciones de DXL muestran que menos de una cuarta parte de las emisiones de rayos X en los niveles más altos de energía proviene del viento solar, y la Burbuja Caliente Local no es una buena explicación tampoco.

«La temperatura de la Burbuja no es lo suficientemente alta como para producir rayos X en este rango de energía», dice Uprety. «Así que nos quedamos con una pregunta abierta sobre la fuente de estos rayos X».

Referencia bibliográfica:

Y. Uprety, M. Chiao, M. R. Collier, T. Cravens, M. Galeazzi, D. Koutroumpa, K. D. Kuntz, R. Lallement, S. T. Lepri, W. Liu, D. McCammon, K. Morgan, F. S. Porter, K. Prasai, S. L. Snowden, N. E. Thomas, E. Ursino, B. M. Walsh: SOLAR WIND CHARGE EXCHANGE CONTRIBUTION TO THEROSATALL SKY SURVEY MAPS. The Astrophysical Journal (2016). DOI: 10.3847/0004-637X/829/2/83.

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • La acidez cerebral podría estar relacionada con múltiples trastornos neurológicos 11 abril, 2024
    Un estudio en animales a gran escala vincula los cambios en el pH del cerebro con problemas cognitivos de amplio alcance, ligados a patologías como el autismo o el Alzheimer, entre otras. Los científicos creen que los problemas metabólicos en el cerebro podrían estar directamente relacionados con una variedad de trastornos neuropsiquiátricos y neurodegenerativos.
    Pablo Javier Piacente
  • Cultivan organoides cerebrales con conexiones neuronales similares a las de un cerebro real 11 abril, 2024
    Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado una técnica para conectar tejidos cultivados en laboratorio que imitan al cerebro humano de una manera que se asemeja a los circuitos neuronales del cerebro real. El "sistema" de mini cerebros interconectados podría revolucionar nuestra comprensión de las funciones cerebrales.
    Pablo Javier Piacente
  • Los Estados se exponen a condenas judiciales por inacción climática 11 abril, 2024
    Suiza es el primer Estado condenado judicialmente por no resolver el desafío climático y violar los derechos humanos de las personas mayores. Hace un año, 16 niños y jóvenes obtuvieron una sentencia condenatoria contra el Estado de Montana por destruir con sus leyes el medioambiente. Cualquier Estado puede ser denunciado si no preserva el ambiente en […]
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Detectan extraños pulsos de radio procedentes de un magnetar que desconciertan a los científicos 10 abril, 2024
    Los astrónomos han detectado señales de radio inusuales procedentes de XTE J1810-197, un radiomagnetar o estrella de neutrones ultramagnética situada a 8.100 años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Sagitario. Los resultados son inesperados y sin precedentes: a diferencia de las señales de radio que se han detectado en otros magnetares, […]
    Pablo Javier Piacente
  • La IA podría ser el límite para todas las civilizaciones avanzadas en el Universo 10 abril, 2024
    Un nuevo estudio sugiere que el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) hacia una Superinteligencia Artificial (ASI) podría explicar por qué no hemos detectado aún otras civilizaciones avanzadas en el cosmos, a pesar de la alta probabilidad de su existencia: en vez de supernovas, plagas, guerras nucleares o eventos climáticos extremos que hayan sido un […]
    Pablo Javier Piacente
  • Higgs ha podido dejar abierta la puerta a la Nueva Física 10 abril, 2024
    La muerte de Peter Higgs, que pasará a la historia como el descubridor del bosón que explica cómo se forma la materia, deja un legado en la historia de la física que todavía puede aportar algo más trascendente: la prueba definitiva de una Nueva Física más allá del Modelo Estándar.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • Descubren neuronas "zombis" en el cerebro, que serían claves en el proceso de aprendizaje 9 abril, 2024
    Las neuronas "zombis" son unidades vivas pero funcionalmente alteradas, que parecen "dormidas" en determinadas situaciones: los investigadores han revelado que cumplen un papel fundamental en el cerebelo, concretamente en aspectos relativos a la forma en la cual aprendemos.
    Pablo Javier Piacente
  • La Luna se invirtió por completo hace más de 4 mil millones de años 9 abril, 2024
    Hace unos 4.220 millones de años, poco después de que la Luna se formara a partir de un trozo de la Tierra que se desprendió durante una colisión violenta a principios de la historia del Sistema Solar, nuestro satélite se dio vuelta y comenzó así una etapa clave de su desarrollo. Así lo ha comprobado […]
    Pablo Javier Piacente
  • Arte rupestre de hace 2.000 años podría representar música psicodélica 9 abril, 2024
    Aunque la música psicodélica moderna no nació hasta la década de 1960, las influencias psicodélicas se pueden encontrar en el arte rupestre de hace miles de años. Grabados precolombinos en piedra, de 2.000 años de antigüedad, reflejan figuras humanas bailando en estado de trance chamánico.
    Redacción T21
  • Descubren antiguas partículas de polvo espacial provenientes de otro sistema estelar 8 abril, 2024
    Los astrónomos han descubierto una rara partícula de polvo atrapada en un antiguo meteorito extraterrestre, que fue formado por una estrella distinta a nuestro Sol. El polvo se habría originado luego de una supernova: las partículas son como "cápsulas del tiempo celestes" y proporcionan una instantánea de la vida de su estrella madre.
    Pablo Javier Piacente