Tendencias21
Un agujero negro supermasivo explotó en nuestra galaxia hace dos millones de años

Un agujero negro supermasivo explotó en nuestra galaxia hace dos millones de años

Hace sólo dos millones de años, un agujero negro supermasivo situado en el centro de nuestra galaxia explotó con una potencia inmensa, ha descubierto un equipo de investigadores de la Universidad de Sydney, en Australia. El hallazgo confirma que los agujeros negros pueden pasar de tener una potencia máxima a apagarse en períodos cortos de tiempo, hablando en términos cósmicos. Por Marta Lorenzo.

Un agujero negro supermasivo explotó en nuestra galaxia hace dos millones de años

Hace sólo dos millones de años (en términos astronómicos), un agujero negro supermasivo‎ situado en el centro de nuestra galaxia explotó con una potencia inmensa de la que aún quedan rastros, ha descubierto un equipo de investigadores de la Universidad de Sydney, en Australia.

El hallazgo confirma que los agujeros negros pueden pasar de tener una potencia máxima a apagarse en períodos cortos de tiempo, hablando en términos cósmicos.

«Durante 20 años, los astrónomos han sospechado que hubo una explosión importante, pero ahora sabemos que ese “dragón dormido”, que tenía cuatro millones de veces la masa del Sol, se despertó, y que entonces escupió fuego con una potencia 100 millones de veces superior a la que tiene hoy», explica en un comunicado de dicha Universidad Joss Bland-Hawthorn, autor principal de un artículo sobre el tema, que se publicará en The Astrophysical Journal.

Bland-Hawthorn dio a conocer los resultados de su estudio ayer, 24 de septiembre, en el marco de la conferencia internacional Galaxy Zoo, celebrada en Sidney.

Registro fósil de una inmensa explosión

«Durante mucho tiempo se ha barajado la posibilidad de que nuestro centro galáctico pudiera haber estallado esporádicamente en el pasado. Estas observaciones son un muy sugerentes”, ha señalado al respecto del hallazgo Martin Rees, Astrónomo Real del Reino Unido.

La evidencia de la que se dedujeron estos resultados proviene de la Corriente magallánica, un flujo de hidrógeno neutro (HI) formado por la interacción gravitacional de la Vía Láctea y dos galaxias enanas compañeras de nuestra galaxia, las nubes de Magallanes.

«Desde 1996, hemos sido conscientes de un brillo extraño en la Corriente magallánica, pero su origen no se comprendía. Este año, me di cuenta de que ese brillo debía de ser un resto, un registro fósil, de una gran explosión energética del agujero negro supermasivo del centro de la Vía Láctea», continúa Bland-Hawthorn.

La región que comprende los alrededores del agujero negro supermasivo y el agujero negro en sí mismo es denominada Sagitario A**‎, y constituye una fuente de radio muy compacta y brillante. De ella salen emisiones de diversos tipos, infrarrojas, ultravioletas, de rayos X o de rayos gamma, entre otras.

Asimismo, cuando pequeñas nubes de gas caen en el disco caliente de materia que gira alrededor del agujero negro, también emergen destellos de radiación. En medio de este contexto, surgió la evidencia del cataclismo.

Se confirma el despertar del dragón

«En 2010, el satélite Fermi de la NASA descubrió dos enormes burbujas de gas caliente ondeando desde el centro de la galaxia, que abarca casi una cuarta parte del cielo», explica Bland-Hawthorn.

A principios de 2013, simulaciones computacionales realizadas por la Universidad de California en Santa Cruz señalaron que este fenómeno habría sido causado por una explosión colosal de Sagitario A*, en los últimos millones de años.

«Cuando vi esta investigación me di cuenta de que esa misma explosión también podría explicar el misterioso resplandor que vemos en la Corriente magallánica», señala el investigador. Cálculos realizados confirmaron este punto.

«Las estrellas de la galaxia no producen suficiente luz ultravioleta como para explicar ese destello, ni podían haberla producido en el pasado», afirman los científicos. «Tenía que haber otra explicación».

Bland-Hawthorn añade: «De hecho, la radiación de las estrellas es cien veces menor a la necesaria para dar cuenta de la radiación actual o de cualquier otro momento. La galaxia nunca podría haber producido suficiente radiación UV para dar cuenta de esto. Así que la única explicación es que tuvo que ser producida por nuestro dragón, el agujero negro supermasivo».

Podría haber más fuegos artificiales

«La comprensión de que estos agujeros negros pueden encenderse y apagarse en un millón de años que, dado que el universo tiene 14 mil millones de años supone una gran velocidad, es un descubrimiento importante”, destaca el científico.

¿Podría repetirse un evento parecido? «Sí, ¡por supuesto! Hay muchas estrellas y nubes de gas que puedan caer al disco caliente situado alrededor del agujero negro», afirma Bland-Hawthorn. «Hay una nube de gas denominada G2 que los astrónomos de todo el mundo están anticipando caerá en el agujero negro a principios del próximo año. Es pequeño, pero estamos esperando fuegos artificiales”.

La G2 tiene unas 4,3 veces la masa del Sol, y su “caída” en la región de Sagitario A fue prevista para principios de 2013 con simulaciones informáticas, que aparecieron detalladas también en The Astrophysical Journal, en 2012.

Sin embargo, el evento no ha ocurrido aún –es difícil calcular con exactitud la trayectoria de la nube de gas-, y las previsiones se han ido postergando. En 2013, en otro artículo de Science se afirmaba que, antes de intentar averiguar la fecha exacta de la “caída” de la G2, los astrónomos deberían tratar de definir otras propiedades de esta nube, como su origen, su masa o su órbita, para determinar mejor las características del evento.

Además, otro gran espectáculo podría estarse gestando en las inmediaciones de Sagitario A*, porque actualmente existe una estrella brillante, la S2, que se encuentra a una distancia de la región de sólo cuatro veces la distancia entre el Sol y Neptuno.

Referencias bibliográficas:

Ron Cowen. Decade of the Monster. Science (2012). DOI: 10.1126/science.339.6127.1514.

Peter Anninos, P. Chris Fragile, Julia Wilson y Stephen D. Murray. Three-dimensional Moving-mesh Simulations of Galactic Center Cloud G2. The Astrophysical Journal (2012). DOI: 10.1088/0004-637X/759/2/132.

J. Bland-Hawthorn et al. Fossil Imprint of a Powerful Flare at the Galactic Centre Along the Magellanic Stream. The Astrophysical Journal (2013) (en prensa).

RedacciónT21

Hacer un comentario

RSS Lo último de Tendencias21

  • Revelan la primera molécula fractal en la naturaleza 15 abril, 2024
    Los científicos han descubierto una molécula en la naturaleza que sigue un patrón geométrico de autosimilitud, conocido como fractal. La enzima microbiana denominada citrato sintasa es la primera estructura fractal molecular ensamblada directamente en la naturaleza que ha logrado identificarse hasta el momento. Los especialistas creen que este fractal puede representar un accidente evolutivo.
    Pablo Javier Piacente
  • El cambio climático podría estar relacionado con el aumento de los accidentes cerebrovasculares 15 abril, 2024
    Una nueva investigación ha demostrado que el número de muertes ligadas a accidentes cerebrovasculares y otras patologías relacionadas ha ido creciendo desde 1990, a la par del aumento de las temperaturas extremas. Durante 2019, el último año analizado, más de 500.000 muertes por accidentes cerebrovasculares se vincularon con temperaturas "no óptimas", provocadas por el calentamiento […]
    Pablo Javier Piacente
  • La globalización está fracturando a la humanidad 15 abril, 2024
    La globalización no está conduciendo a una civilización universal con valores compartidos, sino que está creando una brecha creciente entre los países occidentales de altos ingresos y el resto del mundo, en cuanto a valores como la tolerancia, la diversidad y la libertad.
    Eduardo Martínez de la Fe
  • En el caso de los caracoles, el huevo fue lo primero 14 abril, 2024
    Un caracol marino que primero fue ovíparo y evolucionó hacia la viviparidad revela que los saltos evolutivos ocurren gradualmente, a través de una serie de pequeños cambios.
    Redacción T21
  • Revelan el misterio del árbol tropical que camina 13 abril, 2024
    La denominada "palma caminante" o Socratea exorrhiza es un árbol de América Central y del Sur que según distintas versiones podría "caminar" y erguirse en determinadas situaciones: ahora, este mito parece haber sido resuelto bajo criterios científicos. Según los investigadores, aunque el árbol puede crecer rápidamente y crear nuevas raíces para lidiar con la pérdida […]
    Pablo Javier Piacente
  • Descubren 50 especies desconocidas para la ciencia en la exótica Isla de Pascua 12 abril, 2024
    Una expedición a la Cordillera de Salas y Gómez, frente a Rapa Nui, en el Océano Pacífico, documentó 160 especies animales que no se sabía que habitaban esta región de la misteriosa Isla de Pascua, en Chile. Además, descubrieron 50 criaturas que son absolutamente nuevas para la ciencia.
    Pablo Javier Piacente
  • El clima espacial podría generar un caos satelital sin precedentes 12 abril, 2024
    Los satélites en órbita terrestre baja (LEO) pueden perder su brújula cuando el clima espacial ofrece situaciones inesperadas. El problema afecta a la Estación Espacial Internacional, la estación espacial Tiangong de China y muchos satélites de observación de la Tierra. Los expertos sostienen que esta incertidumbre de posicionamiento aumenta el riesgo de colisiones orbitales peligrosas, […]
    Pablo Javier Piacente
  • La Inteligencia Artificial puede ser envenenada para proteger los derechos de autor 12 abril, 2024
    Una herramienta llamada Nightshade cambia imágenes digitales de manera casi imperceptible para el ojo humano, pero que se ven totalmente diferentes por los modelos de IA: una forma polémica de proteger las obras de arte de posibles infracciones de derechos de autor.
    Redacción T21
  • La acidez cerebral podría estar relacionada con múltiples trastornos neurológicos 11 abril, 2024
    Un estudio en animales a gran escala vincula los cambios en el pH del cerebro con problemas cognitivos de amplio alcance, ligados a patologías como el autismo o el Alzheimer, entre otras. Los científicos creen que los problemas metabólicos en el cerebro podrían estar directamente relacionados con una variedad de trastornos neuropsiquiátricos y neurodegenerativos.
    Pablo Javier Piacente
  • Cultivan organoides cerebrales con conexiones neuronales similares a las de un cerebro real 11 abril, 2024
    Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado una técnica para conectar tejidos cultivados en laboratorio que imitan al cerebro humano de una manera que se asemeja a los circuitos neuronales del cerebro real. El "sistema" de mini cerebros interconectados podría revolucionar nuestra comprensión de las funciones cerebrales.
    Pablo Javier Piacente