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Demuestran empíricamente que lo que no nos mata nos hace más fuertes

Lo que no nos mata nos hace más fuertes, reza el refrán. Ahora, científicos de diversas universidades norteamericanas han demostrado empíricamente que esta afirmación es cierta. Los investigadores realizaron un estudio longitudinal sobre el estado mental y psíquico de 2.398 personas que habían sufrido algunas experiencias adversas, lo que permitió constatar que dichas experiencias aumentaron la capacidad de adaptación y la resilencia de estos individuos, en comparación con personas con un historial amplio de adversidades y con individuos que no habían padecido adversidad alguna. Según los autores del estudio, los resultados obtenidos demuestran que el haber padecido algunas adversidades estaría relacionado con una ansiedad general menor, una incapacidad funcional más baja y una satisfacción vital mayor. Aunque no puede establecerse aún una relación causa-efecto, los hallazgos apuntan a que las adversidades de la vida, por tanto, podrían contribuir al desarrollo de la resilencia, término de la psicología que hace referencia a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a periodos de dolor emocional.

RedacciónT21