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El calendario maya no habla del fin del mundo en 2012, según expertos

El pensamiento mesiánico de Occidente ha tergiversado la cosmovisión de antiguas civilizaciones como la maya, atribuyendo la supuesta llegada del fin del mundo en 2012 a partir de la cuenta larga del antiguo calendario maya, según explica el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México en un . Así lo señalan los expertos mayas Mario Aliphat y Rafael Cobos, integrantes del Comité Académico de la , foro académico organizado por el citado Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), en cuya séptima edición —que se efectuará la semana próxima en Chiapas—, se abrirá una sesión especial para dilucidar sobre Las profecías mayas 2012. La concepción actual sobre el fin del mundo parte de la cultura judeocristiana, de modo que cuando comenzó a descifrarse la escritura maya y se vio que, entre otros aspectos, refería a fines de ciclos, se hizo una interpretación fácil desde la perspectiva del pensamiento occidental, ligando esto a una visión apocalíptica sobre el fin del mundo, explicaron los investigadores. De los aproximadamente 15 mil textos glíficos registrados hasta ahora en distintos lugares del área maya, únicamente en dos inscripciones existe la mención del año 2012: el Monumento 6, en Tortuguero, y un fragmento encontrado en Comalcalco, zonas arqueológicas de Tabasco relativamente cercanas entre sí. Como explica el epigrafista Carlos Pallán Gayol, autor de la guía Lo esencial del Calendario Maya (INAH-Editorial Verás), el texto del Monumento 6 de Tortuguero —elaborado en el siglo VII d.C.—, describe lo que ocurrirá cuando culmine el treceavo b’ak’tun, el 23 de diciembre de 2012 d.C., como el descenso de un dios o conjunto de deidades llamado(s) B’alu’n Yookte’ K’uh’, que se traduce como de los Nueve pilares/soportes. A diferencia de las sociedades modernas —explica el investigador del INAH—, para los antiguos mayas el tiempo no era algo abstracto, estaba conformado por ciclos que a veces eran tan concretos que tenían nombre y se podían personificar mediante retratos de seres animados, por ejemplo, el ciclo de 400 años o b’ak’tun estaba representado como un ave mitológica. Más que una obsesión por el tiempo, los mayas se preocupaban por efectuar rituales que de algún modo garantizaran que el ciclo por venir sería propicio. Para el caso particular de la mención de 2012 sí se nota cierta insistencia en que, aun en fecha tan distante, se va a conmemorar un determinado ciclo calendárico. Éste ha sido el meollo de la confusión.

RedacciónT21