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Japón quiere recuperar el liderazgo mundial en supercomputación

Fujitsu ha la puesta en marcha del superordenador llamado Oakforest-PACS, con una potencia de cálculo de 25 petaflops (25×1015 operaciones de coma flotante por segundo) y de 13,55 petaflots según el test de Linpack, el programa de evaluación sobre el que se calcula el TOP 500 de los superordenadores del mundo. Las operaciones de coma flotante por segundo son una medida del rendimiento de un ordenador, especialmente en cálculos científicos que requieren un gran uso de operaciones de coma flotante. Las operaciones de coma flotante son una forma de notación científica para representar números racionales extremadamente grandes y pequeños. El Oakforest-Pacs será gestionado por las universidades de Tokio y de Tsukuba y estará dedicado al cálculo de alto rendimiento (High performance Computing o HPC en inglés), una herramienta muy potente para el desarrollo de simulaciones computacionales aplicadas a la solución de problemas complejos. El Oakforest-Pacs es el mayor superordenador de Japón y el sexto del mundo, si bien no será la última proeza japonesa. El Gobierno de Tokio ya ha anunciado que va a invertir 19.500 millones de yenes (173 millones de dólares) en el desarrollo de un nuevo superordenador con una capacidad de cálculo de 130 petaflots de aquí a 2018. Este nuevo superordenador colocará a Japón a la cabeza del cálculo de alto rendimiento. Hasta ahora, China ostenta ese liderazgo con su superordenador Sunway Taihulight, que trabaja con 93 petaflops. El futuro ordenador de Japón se llamará AI Bridging Cloud Infrastructure (ABCI) y su potencia de cálculo potenciará la investigación japonesa en inteligencia artificial. Será puesto al servicio de empresas a través de una contribución financiera y sus aplicaciones serán diversas, abarcando desde el sector del automóvil hasta el de la salud.

RedacciónT21