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La sociabilidad podría depender de nuevas neuronas, generadas durante la adolescencia

Los ratones se vuelven profundamente antisociales cuando, durante su adolescencia, se les interrumpe la creación de nuevas células en el cerebro. Este descubrimiento, realizado por científicos de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, podría ayudar a comprender la esquizofrenia y otros trastornos mentales. Los autores de la investigación señalan que este hallazgo tendría asimismo importantes implicaciones para la comprensión del desarrollo social a un nivel molecular. Desde hace algún tiempo, los científicos saben que en regiones específicas del cerebro se generan continuamente nuevas células cerebrales después del nacimiento. Este proceso, conocido como neurogénesis, se produce a una tasa significativamente más alta durante la infancia y la adolescencia, en comparación con la edad adulta. Los investigadores de Yale decidieron explorar la función de estas nuevas células en ratones, a edades distintas. Los ratones adultos normales tienden a pasar mucho tiempo interactuando con ratones no familiares. Sin embargo, ratones adultos a los que se les había bloqueado la neurogénesis durante la adolescencia no mostraron interés alguno por explorar relaciones con otros ratones adultos, e incluso evadieron los intentos de otros ratones de entrar en contacto con ellos. Según los investigadores, el efecto de dicha interrupción de creación de células cerebrales fue que los ratones adultos no reconocieran a los otros ratones como tales. Sin embargo, el bloqueo de la neurogénesis en ratones adultos no demostró tener efecto alguno en el comportamiento social de estos animales, lo que sugiere que las neuronas generadas durante la adolescencia contribuyen de manera distinta a la función cerebral. Los esquizofrénicos tienen un déficit en la generación de neuronas en el hipocampo, una de las regiones del cerebro en las que se crean las nuevas neuronas. Dado que los síntomas de la esquizofrenia aparecen por vez primera en la adolescencia, es posible que este déficit a esas edades, e incluso durante la infancia, aporte una nueva comprensión al desarrollo de algunos de los problemas sociales y cognitivos que presentan estos enfermos.

RedacciónT21