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La vejez es compañera de la felicidad

A medida que la gente envejece es cada vez más feliz, a pesar del deterioro del organismo propio de la edad. Esto es lo que revela un estudio de científicos de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, que sugiere que esta felicidad en aumento tendría su origen en una capacidad aumentada de regular las emociones. Según los investigadores, mucha gente piensa que nuestras respuestas emocionales son autónomas, y que no se puede hacer nada con ellas. Pero esto es un error: sí se pueden hacer cosas para cambiar el modo en que sentimos. Una de las fórmulas para modificar las emociones es cambiar las situaciones (por ejemplo, cambiar de trabajo si éste nos hace infelices). Pero hay otras fórmulas, tal vez más accesibles. Por ejemplo, los ancianos tienen redes sociales menores y más estrechas que la gente joven, lo que significa que son selectivos y se rodean sólo de aquéllos que les hacen sentirse bien. Por otro lado, las personas mayores prestan más atención a la información positiva que a la negativa, una actitud que ayuda a mejorar el estado de ánimo. Por último, algunos estudios han demostrado que los ancianos son mejores prediciendo cómo les harán sentir ciertas situaciones, lo que les ayuda a evitar cosas desagradables y a fomentar las cosas positivas. Todas estas capacidades responden a una mejor regulación emocional en la vejez que en la juventud. Los investigadores señalan que estudios futuros deberían analizar cómo las personas regulan sus emociones y cómo esta regulación cambia con el paso de los años.

RedacciónT21