Tendencias21

Los microcréditos se convierten en un producto financiero en auge

El empleo es el principal motor de estabilidad económica, dado que es fundamental para cualquier economía y para el desarrollo social. Sin embargo, desde la crisis económica desatada en 2008, en España cada vez es más difícil mantener un puesto de trabajo y, sobre todo, encontrarlo. En este contexto, surgen los o créditos muy pequeños . Son originarios de países subdesarrollados o en vías de desarrollo, en los que inicialmente se usaron para sacar a las personas de condiciones de extrema pobreza. Los datos del (creador de la iniciativa de los microcréditos en Bangladés) han constatado el éxito cosechado por este sistema desde entonces: a nivel global, se calcula que, en el año 2009, unos 74 millones de personas fueron beneficiarios de microcréditos en todo el mundo. Por otra parte, se ha constatado que, además de ayudar a generar riqueza, los microcréditos cuentan con una tasa de devolución de entre el 95% y el 98%. La idea de los microcréditos es más antigua de lo que parece, ya que según un artículo publicado en 2012 por , las mujeres de la Roma Antigua impulsaron ya este sistema para burlar las normas jurídicas, que excluían a las mujeres de aquella época de las actividades económicas. Otro ejemplo más reciente es el de la llegada del sistema de microcrédito a Argentina hace unos años. Se consideró entonces que este sistema era una oportuna estrategia para abordar la problemática del desempleo masivo, que había dejado la crisis del año 2001. La medida intentó promocionar, concretamente, el llamado empleo autogestionado, ha informado . Ahora se calcula que, desde 2006, los microcréditos han generado 500.000 puestos de trabajo en el país latinoamericano. En España, la historia de los microcréditos es relativamente reciente pero, en la actualidad, este sistema se está convirtiendo en un producto financiero en auge que está permitiendo financiar ; así como de autónomos. Ofertados por bancos bancos o empresas privadas, estos productos tienen características especiales, como escasas comisiones o un menor interés. Otras de sus ventajas es que están basados en la confianza, y que se conceden a personas en riesgo de exclusión financiera y social para iniciar o consolidar un negocio. Están dirigidos, en definitiva, a hombres y mujeres con ideas y espíritu empresarial que no tienen acceso a un préstamo bancario, según se explica en .

RedacciónT21