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Una española gana el Premio Internacional de Invenciones de Ginebra con un dispositivo de reconocimiento por córnea

Científicos e investigadores de todo el mundo se han desplazado hasta Ginebra para celebrar la 38ª edición de la Exhibición Internacional de Inventos, dónde la doctora española Celia Sánchez-Ramos se ha alzado con el máximo galardón, el Gran Premio Internacional de las Invenciones con Medalla de Oro, así como la Felicitación Especial del Jurado, por su dispositivo de reconocimiento por córnea. El invento de la doctora Sánchez-Ramos ha sido premiado por un jurado internacional, compuesto por 85 expertos, entre un millar de invenciones de los científicos de 45 países que concurrían a la Convención Internacional de Inventos de Ginebra. El sistema de autenticación de personas, diseñado por Sánchez-Ramos, identifica los puntos diferenciales de los ojos de los individuos. Para ello fotografía varias veces la córnea de la persona cuya identidad se quiere comprobar. A continuación, se comparan un millar de puntos distintos con otra imagen que debería haber sido registrada anteriormente y se logra una autenticación de la más alta fiabilidad de la identidad de las personas. El análisis de córnea mejora otras técnicas biométricas anteriores como la huella dactilar y el análisis del iris, ya que permite la observación de la cara interna de la córnea, no replicable. Además, en caso de cirugía ocular, con el procesamiento de una nueva imagen se garantizaría la correcta identificación del individuo. El invento, por un lado es universal, es decir, se puede utilizar con todas las personas, ya que es una parte del ojo de acceso externo. Por otro lado, está basado en la individualidad, ya que evalúa la cara interior de la córnea, de imposible manipulación, a diferencia de lo que ocurre con el iris. Y, por último, es una técnica inocua, no invasiva y sin ningún efecto secundario. El diseño inicial del sistema de autenticación, patentado por la Universidad Complutense de Madrid, fue creado para espacios de alta seguridad como acceso a áreas restringidas, a armamento, a instrumentos de precisión e incluso información confidencial. Estudios posteriores han permitido ampliar su aplicación a otros dispositivos de uso más habitual como en el control de acceso a oficinas, bancos u hoteles, ya que se podrá aplicar en ordenadores, móviles, cajeros electrónicos y otros dispensadores.

RedacciónT21