Tras un verano febril, se prevé un otoño más tranquilo en la eurozona: los países del norte de Europa, empezando por Alemania, dan muestras de un mayor pragmatismo. Han llegado a la conclusión de que el fin del euro provocaría un fuerte seísmo tanto dentro como fuera de la UE, pero no por ello se relajarán, porque aún estamos lejos de haber encontrado una solución. Ver más.
Fuente : http://www.presseurop.eu/es/content/article/257086...
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