El manto rocoso de la Antártida Occidental es especialmente fluido y favorece la elevación de masas terrestres como consecuencia de la pérdida del hielo. El descubrimiento aleja la amenaza de un eventual hundimiento catastrófico de esa región antártica, que representa una cuarta parte de la contribución de los hielos a la elevación del nivel del mar.
La Tierra ha pasado en los últimos 3,5 millones de años por situaciones climáticas semejantes a la actual. Científicos de 17 países han estudiado esos periodos y descubierto que se perderá casi todo el hielo de Groenlandia y de la Antártida, y que el mar subirá hasta los 6 metros mucho más rápidamente de lo que pensamos.
La capa de hielo de la Antártida se está derritiendo mucho más deprisa de lo estimado. Ha provocado un aumento del nivel del mar de 7,6 mm desde 1992, de los que 3 mm corresponden a los últimos cinco años. De seguir esta tendencia, el mar subirá 10 metros en 2070 y la temperatura será 3,5ºC superior a la preindustrial.
El calentamiento global está provocando que los ciclones circulen más despacio y contengan más agua. En consecuencia, sus efectos sobre la superficie terrestre son más catastróficos: no sólo aumenta el volumen de precipitaciones, sino que además duran más tiempo. También se desplazan hacia los polos, llegando a regiones donde nunca se habían producido.
Las nubes de condensación que emiten los aviones contribuyen al calentamiento global tanto o más que el CO2 que desprenden sus motores, ha determinado una investigación. El uso de combustibles sintéticos o de biocarburantes, así como volar más alto, reduciría su impacto en el clima.
El turismo mundial se ha consolidado como una de las industrias más contaminantes: representa el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, de las que el 12% corresponden a los viajes aéreos. El impacto del turismo crecerá hasta el 40 por ciento en 2025 si no se cambian las políticas y los hábitos.
La contaminación ambiental ha alcanzado proporciones alarmantes, advierte la OMS: 9 de cada 10 personas respiran aire tóxico y 7 millones mueren cada año por la polución ambiental y doméstica. El cambio climático aumenta sus efectos y las medidas correctoras son insuficientes.
Restos arqueológicos hallados en Italia revelan que los humanos prehistóricos sobrevivieron a una gran catástrofe natural cooperando unos con otros. Consiguieron remontar la situación gestionando la incertidumbre asociada a cambios repentinos. Este descubrimiento indica que es posible superar el calentamiento global si nos mantenemos unidos.
Los flujos oceánicos que regulan el sistema climático de la Tierra se han reducido un 15 por ciento desde mediados del siglo pasado como consecuencia del calentamiento global, ha constatado una investigación. De continuar este proceso, sin precedentes en los últimos 1.000 años, provocará una escalada de la temperatura y del nivel del mar, especialmente en Europa y USA.
La gran aceleración llega a las cumbres: el 87% de los macizos europeos sufre la invasión de la flora de niveles bajos y medios, que aprovechan las nuevas condiciones meteorológicas para colonizar las zonas más altas. Una nueva amenaza para los ecosistemas montañosos, ya castigados por los cambios pluviales, la contaminación y el turismo de montaña.
Recorrer 500 metros en coche implica la desaparición de 1 kg de hielo glaciar, ha establecido un estudio, según el cual la pérdida de al menos el 36% de los glaciares ya es inevitable, incluso si se detuvieran las emisiones de CO2. Aunque se cumpla el Acuerdo de París, el impacto en los glaciares será el mismo para los próximos cien años.
Las nuevas economías se unen para afrontar el cambio climático. Sus más destacados representantes se presentan el 8 y 9 de mayo en Vitoria-Gasteiz para dar a conocer las propuestas de las nuevas economías sobre el calentamiento global a centenares de agentes sociales, políticos y académicos.